Diario de una travesti. Cap. 1

La primera vez que me subí al escenario de Churros

Llevaba sólo 3 meses en la ciudad condal y entre salir de mis prácticas y el trabajo no tenía vida social. Un buen día abrí mi Facebook y vi una publicación de un concurso en una fiesta llamada “Churros con chocolate”, o como las maricas milenials la llamaban “La Chocochurros”. Había oído hablar de que en esa fiesta era todo “pura fantasía” y que “tus sueños se hacían realidad ahí dentro”, así que con uno de mis amigos decidimos presentarnos para hacer las petardas. Jamás pensé, que las Grecas me abrirían las puertas de lo que es mi vida, mi hobbie y sobre todo mi trabajo.

Los outfits que elegimos para grabar el vídeo de presentación no tenían desperdicio: un top de lunares de Primark con su etiqueta por fuera, (por si había que devolverlo), unos pitillos blancos de Stradivarius, y unas pelucas que parecía que las habíamos arrastrado por todo el paralelo. Como dos grandes estrellas del mítico programa Cantares de TVE, nos pusimos a grabar tan prestigioso vídeo, en el que incluimos a una amiga que había pasado una noche más movida que Massiel en la boda de Rociito a modo de Atrezzo.

El vídeo fue tan surrealista, que los Churreros mayores nos concedieron actuar el 8 de Junio en su edición “El Camping”. Como nuestro look había causado furor, decidimos sacarlo de nuevo. Cogimos los bártulos, y como si fuéramos Saritisima y Marujita, nos dirigimos al escenario de nuestros sueños en la Sala Apolo. Lo dimos todo, reímos, disfrutamos y hicimos al público partícipe de nuestras ganas e ilusión. De eso hace casi 5 años, y desde entonces, una vez al mes, me subo a ese escenario, para volver a revivir la ilusión del primer día: hacer que el público churrero sea partícipe de esa maravillosa sensación que me hacen volver por un instante a ese 8 de Junio del 2014.