Mi primera vez en Churros con Chocolate

Es curioso que la primera vez que fui a la fiesta Churros con Chocolate (de la que había escuchado mogollón hablar, sobre todo por mi amigo Pablo que siempre ha dicho que es ‘su fiesta favorita del mundo’), fui también a actuar. Además, fue justo un día antes de cumplir los 30, así que puedo decir orgullosa que despedí la veintena haciendo una de las cosas que más me gusta hacer en la vida: MAMARRACHEAR.

Tan sólo llevábamos cinco meses en esto de la música y ya era la segunda vez que actuábamos en Apolo, una de mis salas de referencia en la que me he pegado muuuuchas juergas y he gritado a viva voz en muuuuchos conciertos de gente a la que admiro. Y ahora era yo la se iba a subir en el escenario. Flipante.

Al entrar al backstage todo el mundo nos empezó a hablar y yo contestaba un poco desubicada porque realmente no conocía a casi nadie. Pero lo que no me imaginaba es que ese montón de caras nuevas que estaba viendo por primera vez en aquel camerino repleto de gente (INCISO: era el 6º aniversario de la fiesta y se les ocurrió la maravillosa idea -y cuando digo maravillosa, lo digo sin sarcasmo- de hacer castellers en medio de la pista de la sala principal, así que imaginad el gentío que había allí reunido). Bueno, retomo hilo que con este inciso seguramente te hayas perdido leyendo. Que lo que yo no sabía es que esas personas que conocí allí por primera vez, las iba a volver a ver en muchas más ocasiones incluso iban a acabar siendo amigas o compañeras de trabajo, pero eso ya lo contaré en otra ocasión.

De esa noche tengo pinceladas de recuerdos, porque para mí todo lo que nos estaba pasando en aquel momento era nuevo, intenso y un tanto frenético. Lo más curioso es que la mayoría de cosas que recuerdo de esa noche… son tonterías (no sé por qué me extraño). Recuerdo salir con un outfit improvisado totalmente (en aquella época nuestro estilo no estaba muy definido… y de hecho seguimos siendo eclécticas y anárquicas). También recuerdo que Víctor se puso una peluca de troglodita que utilicé yo para el videoclip de ‘Macaulay Culkin’ (escena de la laca Nelly) y yo salí con una peluca roja que una amiga mía tenía de una maniquí de una tienda de ropa. Por cierto, al vernos días después en las fotos decidimos que la peluca de Víctor no iba a ver más la luz en un escenario. Ni en ningún lugar.

Recuerdo que la actuación fue un triunfo, al menos para nosotras. Creo que cantamos ‘Encarni, Encarnae’ por primera vez. La peña flipó un poco con el tema (creo también). La cuestión es que salí contenta del escenario y sin ganas de abandonar el camerino en el que había tanta gente tan divertida, pero en aquella época todavía trabajaba en la tele y mi despertador sonaba a las 5.45h. Recuerdo a todos mis compañeros de redacción al día siguiente felicitándome y dándome abrazos por mis 30 y yo enfundada en una resaca del copón mascando chicles desesperadamente. Día de cumpleaños durillo y resacoso, un clásico.

Volviendo a la Churros… Recuerdo que esa noche perdí mi chupa (no podía no hablar del hurto porque fue mi primera chupa, que ya no era negra si no verde y mi madre insistía en que la tirase, así que casi que me hicieron un favor) pero gané experiencia artística (qué profunda me pongo a veces) pero sobre todo gané amigas. Se puede decir que fue el inicio de una gran amistad, sí. Y que dure muchos años más.

Por cierto, no me he presentado: soy Tania Lozano, actual responsable de comunicación de Churros con Chocolate y actual cantanta de Ladilla Rusa.

Un placer estrenarme en este blog. Hasta la próxima, churrerxs queridxs.