Esta tarde a las ocho en Skype

Pau quiere ver a sus amigos hoy mismo y necesita un copeo, y quién sabe, después quizás se anime a salir un rato. Le han promocionado en su trabajo en la Facultad de Medicina y necesita celebrarlo junto a los suyos y de paso, pagarse una ronda a su salud. Marta, a su vez, se apunta sin pensárselo porque así verá, si hay suerte, a su “camarero favorito”, tal y como lo llama ella, de quien ha caído locamente enamorada desde que lo conoció hacer un par de meses en el Apolo. Cristian y David se apuntan, está claro, lo que más les gusta en este mundo es bailar y ver a gente bailar, estar con ellos, disfrutar de un buen sonido envolvente y dejarse llevar, así de simple. Los cuatro han quedado hoy a las ocho por Skype.

Estos días, decenas de quedadas on-line, vermuts en streaming, multiconferencias con vino, gintonics multipantalla en Hangouts, Teams, Zoom… Todas ellas para vernos las caras, poder contarnos nuestras cosas, flipar todos juntos con lo que está pasando, explicar qué hemos hecho de comer…. Un baile de pantallas, ahora tú, ahora yo, te escucho robotizado, ahora no se te oye nada, y ahora ni se te ve. Al cabo de escasos 20 minutos de quedada, sin más, se despiden y… shutdown.

Tenemos que hacerlo así estas semanas, por fuerza mayor, por estado de alarma, por la seguridad de todos. El hecho de estar hiperconectados nos reconforta y ayuda, imaginaos sin, pero lo que está claro es que el resultado es parcial, es incompleto. Ni Pau podrá invitar a esa ronda de celebración, ni Marta podrá sonreírle al camarero en la barra y quien sabe, quizá darle su Instagram, ni Cristian y David podrán bailar los temas que les va soltando su dj preferida.

Todo es temporal, lo sabemos. Un parón casi total de la actividad habitual de casi todos nosotros debido a la crisis global del COVID-19. Unas semanas en las que nos estamos dando cuenta de lo importante que es estar bien, seguros, bien atendidos socialmente hablando, con recursos sanitarios, con profesionales competentes, valorados y… suficientes para todos. Esto hoy es lo más importante y prioritario, para que mañana nos podamos encontrar todos de nuevo en la discoteca, y poder volver a disfrutar, reír, cantar y bailar juntos.