Lo que dicen por ahí

Hace algo más de un año, nos atrevimos por fin a realizar un estudio de opinión y valoración de Churros con Chocolate y aunque la mayor parte del resultado de las casi 1500 personas que respondieron el cuestionario es TOP SECRET para el público, y lo continuará siendo, tuvimos la oportunidad de analizarlo todo desde una cierta perspectiva y me gustaría compartir hoy algunos puntos con todos vosotros. Nos leímos todos los comentarios uno por uno, de diferentes aspectos de nuestro trabajo y sobre la experiencia que ofrecemos, y obtuvimos así una información muy valiosa para nosotros, además de que cuatro churreros pudieron viajar con todos los gastos pagados, ya que premiamos con un supersorteo el tiempo invertido en contestar el cuestionario.

Lo primero de todo es el vínculo emocional que une los que organizamos la fiesta con nuestro “churrerx”. Es muy heavy leer respuestas del tipo: «Sois los mejores»; «No cambiéis nunca»; «Yo antes nunca salía, y ahora gracias a vosotros me ha cambiado la vida; «Yo voy casi siempre solo y acabo conociendo a media pista»; «Empecé a ir sin mucha expectativa porque una amiga mía me llevó y ahora forma parte de mi vida»; «El mejor buen rollo que se respira en cualquier rincón de la fiesta»; «Está muy bien que nos tengáis en cuenta realizando esta encuesta pero por favor, no cambiéis nunca nada»; «Sed siempre vosotros», etc.

Nosotros este vínculo lo sentimos fuerte. Realmente no necesitamos ninguna investigación para saber que el mismo amor que nosotros le ponemos a este proyecto, es recíproco por parte de la mayoría. Pero sí que es cierto, que ver escritos y verbalizados los sentimientos individuales de 1500 personas que nos dieron su opinión libre de la fiesta, tanto en Barcelona como en Madrid, fue una de las revelaciones más bonitas que hemos tenido jamás, y nos ayuda incluso de forma útil, ya que muchos insights de la fiesta surgen de todos estos comentarios y valoraciones. Poder mejorar su servicio es una aspiración de cualquier promotor hoy día, pero poderlo hacer desde una relación de “amor casi incondicional”, es algo impagable.

También nos llamó mucho la atención el grado de sentimiento de pertenencia que tienen las chicas hacia la fiesta. Quizá un poco más en Barcelona que en Madrid, pero nuestro público femenino asegura que ven en Churros una fiesta totalmente inclusiva y abierta, que la hace única en el panorama LGTBI. Aquí yo debo decir que siempre que me preguntan, digo que Churros no es una fiesta gay, y es que para mí ese concepto está más que obsoleto. ¿Qué quiere decir realmente ser una fiesta gay? O mejor dicho, si preguntamos por ahí qué es una fiesta gay, estoy convencido de que las respuestas mayoritarias describirían una fiesta que no se ajustaría para nada a lo que es Churros. Y es por este motivo que no me entra en la cabeza poder catalogar a Churros como fiesta gay. Supongo que el truco reside en poner o no el adverbio únicamente delante de gay. Pero eso es ya otro debate…

¿Qué más podemos contar? Pues, por ejemplo, que la valoración media de la propuesta musical de Churros fue de 4,20 sobre un total de 5 puntos, y que los estilos peor puntuados por nuestro público fueron el Rock y el Trap. En este sentido, en Churros, como en la vida misma, hay una atomización absoluta de gustos. El que odia el reggaetón y nos pide por favor que no nos pasemos; y el que lo ama y nos sugiere incluso qué estilos dentro del reggaetón pinchar; el que comenta que la música petarda más castiza y antigua pues un rato sí, pero que luego cansa; y el que se enfada porque a veces suenan demasiadas novedades actuales y que lo viejo también mola; o el que asegura que Churros ya no es lo que era porque se ha perdido el momento musical bizarro de los inicios… No voy a ser yo quién le discuta al público su forma de pensar, para nada, pero sinceramente “me pone” ver lo ecléctico que podemos llegar a ser y me emociona ver que en Churros al final, todo vale, todo gusta, todo tiene su momento y que te puede gustar más o menos un momento u otro, pero que ahí estamos todos subiendo las manos, bailando como locos y riéndonos como si no hubiera día después, y nunca mejor dicho… ayyy esos lunes… ☹

Y bueno, para finalizar la entrada de hoy pues confesar que al 0,5% de la gente no les gusta Churros con Chocolate y que no lo recomendarían a nadie. Y yo me pregunto… será que a esta media persona (de cada 100) no le gustan los churros de verdad, los que se comen… ¿no? 😉