Aprovechamos que se van confirmando ya las cancelaciones de los festivales de música de este verano, aunque muy a pesar nuestro, para ponerle un toque de humor al asunto, que falta hace.
A estas alturas de la película, casi todo el mundo ha ido a algún festival en su vida. Hay algunxs que llevan muchos años al pie del cañón, otrxs que van a emborracharse, otrxs que es por postureo puro y duro y otros que van a pillar cacho, por poner algunos ejemplos. Vamos a analizar a los diferentes especímenes que podemos encontrarnos en cualquier festival de verano:
- EL PURETA: Se queja de que los carteles de hoy en día ya no son lo que eran pero ahí lx tienes, renunciando a hacerse mayor y vacilando de haber ido al FIB desde el 94, cuando venían grupos ‘de verdad’. Te explica batallitas de todas las bandas a las que ha visto antes de que se convirtieran en mainstream e insiste en que antes sonaban mejor que ahora. Disfruta pero reniega. Para él lo mejor del cartel es la letra pequeña.
- EL FAN: La misma figura que el pureta, pero en el presente. Ese tipo de persona que va a los festivales a hacer cola. Siempre está en primera fila y es capaz de mearse encima sólo por ver de cerca a su ídolo. Mira con recelo siempre a lxs que están en la zona VIP porque seguro que no son tan fans como él. Sufre pero disfruta.
- EL FIESTERX: No tiene ni p*** idea de quién son el 97% de grupos que forman el cartel y, de hecho, hasta hace un año tampoco sabía de la existencia de los festivales pero ha descubierto una fiesta masiva en la que ponerse finx. Mientras está tocando el cabeza de cartel él está en la barra pidiendo birras y abrazando a desconocidxs. Siempre le echan del recinto y al día siguiente no se acuerda de nada.
- EL INFLUENCER: En la vida ha pagado por asistir a un festival. Su mayor preocupación en los últimos meses ha sido elegir la ropa que se pondrá. Se pasa la noche en la zona VIP haciéndose fotos con lxs famosillxs de turno y colgando el material en las redes. Presume de haberle rozado la mano al cantante de Los Arctic Monkeys y haber coincidido con Dulceida en la barra pidiéndose un Martini. No ha visto un concierto entero en todo el festival.
- EL ROMÁNTICX: Se enamora cada 5 minutos e intenta meter ficha una y otra vez sin demasiada suerte. Al día siguiente se pasa todo el festival intentando volver a ver a esx chicx que le guiñó un ojo y bailó con él durante 10 segundos mientras Lori Meyers tocaba ‘Luces de Neón’. Vuelve a casa sin haberse comido un rosco.
- EL INTELECTUAL: Lleva estudiándose el cartel desde que salió la primera ronda de confirmados. Ha escuchado la playlist del festival 3 veces al día y se sabe los horarios y escenarios de memoria. Siempre sabe cuál es el camino más corto para ir de un stage a otro y te hace un repasillo rápido de la trayectoria, hits y bio de la banda en cuestión antes de empezar el concierto. Te avisa cuando viene el hit porque ya se sabe el setlist. Con él siempre aprendes algo.
- EL FOTÓGRAFX CASUAL: En su día a día trabaja como informáticx pero se cree importante porque le han dado un pase de prensa. Se pasa el festival buscando presas a las que capturar con su cámara. Presas = guiris borrachxs. Si tienes suerte y es tu amigx, seguramente te haga fotones con los que actualizar tu foto de perfil. Al día siguiente a las 12 PM, ya tiene las fotos editadas y la batería de la cámara cargada.
Seguramente habrá más especímenes festivaleros. La especie humana va mutando poco a poco. Seguiremos informando.